etapas del duelo

FIN DE UNA RELACIÓN, ETAPAS DEL DUELO: 4. DEPRESIÓN

Bueno, hace un tiempo que no escribía… Puede ser porque estaba inmovilizado en mi cama pensando en todo lo que fue, lo que pudo ser y lo que ya no será jamás…

Me siento SOLO. He dejado de comer, cosa rara en mi. No me quiero mover de la cama, salvo para ir al baño o por un vaso de agua. Estoy totalmente irritable y cualquier cosa que se mueva me recuerda a él,  lo que fue, lo que pudo ser y lo que ya no será jamás… triplique mi consumo de tabaco y no es raro ver que llego a la cama con algún brebaje alcohólico.

Es la etapa de depresión, el caldo de cabeza que nos tiene a todos pensando puras estupideces. Ya entendiste que la cosa no va más, y empiezas a sacar tus conclusiones. Vuelven las culpas, vuelven los «por qué?». Ya no odias, te lastimas. Ya no negocias, aceptas. Ya no tienes ganas de arrastrarte hacia él, sino que ya pasa por indiferencia… los sentimientos están más dirigidos al extrañar estar con alguien que al estar con ese alguien.

Frecuentes son las escenas tipo «Que pena tu vida» o «Soltera otra vez». Que levante la mano – y se lleva premio – el que no se arranó junto a su celular viendo las fotos juntos, se tiró a ver una película romántica con una fuente llena de helado a llorar a ‘moco tendido’ y habló horas con su mejor amigo para que lo consuele…

Bueno, este es un proceso necesario. Cuando ya pasa, te das cuenta el tiempo perdido y, tarde o temprano, te reirás,

Mi proceso de depresión se asemeja, precisamente, a este extracto de «Que Pena Tu Vida». Nos vemos en la próxima!

FIN DE UNA RELACIÓN, ETAPAS DEL DUELO: 3. NEGOCIACIÓN

Paisano, no vengo a vender vengo a regalar. Creo que ésta es una de las etapas más vergonzosas de todo término. «Te juro que voy a cambiar» es una de las frases más comentadas en estos casos. La manipulación para volver es una tónica en éstos casos.

Y es que alguno «tuvo la culpa», entonces la lógica indica que si uno de los dos ‘cambia’ algo, todo debería mejorar. Entonces empiezas a pesquisar la información y a sacar las cuentas de qué le molestaba. Entonces si le molestaba tu barba te afeitas, dejas de publicar estados tontos en Facebook, conversas con sus amigos para ver en qué anda y como puedes solucionar la situación.

Y este «gallito» que estás jugando -contra la pared, claramente- te lo juegas no sólo con el personaje en cuestión, sino también contigo, con el universo. Tiendes a querer cambiar tus cosas porque piensas que solucionando el motivo del último altercado estamos dados.

Es convencional en éstos casos ofrecer el cielo y el infierno. A tus ojos, la relación no se ha terminado y es una piedra en el camino que hay que superar como pareja, aprendiendo de los errores… pero entiende, asopao’… por más que cambies momentáneamente cosas que lo hagan feliz… la gente, en su esencia, no cambia. Y cuando la relación tenía olor a gladiolos… no se lo quitas con pesticida.

Nos vemos en la próxima.

FIN DE UNA RELACIÓN, ETAPAS DEL DUELO: 2. IRA

No hay mal que dure cien años, ni tonto que lo aguante. Tarde o temprano logramos entender que lo que pasó, efectivamente pasó. Entonces, entre tanta cosa, y para buscar alivio, nos proponemos encontrar a él o los culpables. Y, realmente, da lo mismo quien.

Empiezas a sentirte tonto por todo lo que hiciste o lo que no hiciste, no sabes si está bien o está mal… te cuestionas el tiempo vivido en la relación y empiezan todos los «Por qué?» que te puedas imaginar.

Esa persona que tenías en un altar se vuelve un demonio a quien culpas de todo. Él siempre tiene la culpa de que la relación haya salido mal, es una persona cruel, sin sentimientos ni corazón… Pero… ¿Y si fui yo? ¿Le habré dedicado poco tiempo? ¿Debí ser más cariñoso, mas rudo, más simple? Tarde o temprano la culpa se vuelve hacia uno. La rabia se vuelve a todas las cosas que uno piensa o cree que fueron perjudiciales para la relación.

Pero ésta etapa es la precursora de toda mejora. Aquellas canciones, lugares y recuerdos en general que hasta hace unos días te hacían doler el estómago, querer volver gritando a su puerta o llorar desconsoladamente como un prepúber se vuelven lentamente cosas desagradables. Es así como te da rabia escuchar esas canciones, frunces el ceño cuando pasas por su restauran favorito y te emputece recordar.

Y no hay nada mejor para el olvido que odiar, por lo menos al principio. Ayuda a entender lo pelotudo que uno fue durante todo el tiempo que daba vueltas en la cama sin mayor sentido. ¡No me enamoro nunca más!, frase recurrente en mi caso.

Debo decir que en mi caso me sentí tonto conmigo mismo. Me hizo sentir inútil, inocente, feo y, sobre todo, imbécil. Creer en el cuento de Disney cuando lo único que le interesaba era recrear una porno charcha y mandarte para la casa con viento fresco.

Debo decir que escribir ésto me hizo volver un poco la rabia. Mejor empiezo a recordar para escribir el próximo paso, la paz interior para poder volver al equilibrio: La Negociación. Nos vemos en el próximo post!

Foto: manualparaentenderlos.blogspot.com/2013/06/capitulo-10-el-despechado.html

Fin de una relación, etapas del duelo: 1. Negación

Al igual que cuando muere un amigo o familiar, cuando terminamos una relación, según estudios, se viven las «Etapas del duelo». Colgándome de un post en un sitio web, acompañaré las reflexiones de cada una de éstas etapas. Si quieren ver el archivo original, pueden ir al siguiente link:

http://www.biobiochile.cl/2013/09/11/las-5-etapas-del-duelo-tras-el-fin-de-una-relacion.shtml

Bueno, comencemos:

1. La Negación:

Ésta es la primera, y por cierto, la más complicada de cada una de las etapas. Es aquella en dónde das vueltas en la cama sin entender la tremenda patada que te mandaron, piensas en tus errores y en querer regresar a vivir todo lo lindo de aquello. Claramente el corazón es quien hace y deshace en ésta etapa. Mantenemos la esperanza de que los astros se alineen para que éste personaje vuelva arrepentido con la cola entre las piernas.

Inconscientemente revisas el Facebook a cada rato, buscas su última conexión – sí, lo haz hecho – tratas de encontrarte casualmente con él para que te pida perdón y vuelva a tus brazos. «Ésto no se ha terminado, el amor es más fuerte» es una de las frases que, creo, me repetí en variadas oportunidades.

En escasos minutos de lucidez te recuerdas del amor propio, pero la esperanza de que todo sigue vivo te mantiene en pie. Probablemente, cuando se vean después de ese «tiempo», te harás el desentendido para tener la sensación de que todo está bien, aunque no lo esté. No sé si a alguien le habrá resultado, lo que es a mi fue peor.

Los mensajes en whatsapp con «leído a…» abundan -inocentemente, piensas que está ocupado-, facebook se vuelve tu peor enemigo y ni hablar de las llamadas por teléfono a última hora «recordándole» que se aman.

Pero tranquilo, ésta etapa no dura para siempre… Por que del amor al odio hay un sólo paso… Se viene el próximo post con el paso 2. La Ira.

Y tú, ¿Cómo viviste tu etapa de Negación?

Imagen: http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Gay_Couple_Savv_and_Pueppi_02.jpg